7.1.10

Tímidas escenas de sexo

"Los novelistas jóvenes están enamorados de la ironía", dice la autora de esta nota.

PHILIP ROTH Y MICHAEL CHABON. Roth celebra la pasión, Chabon representa a una generación ambivalente. fUENTE Revista Ñ

El sexo es el pan de la vida. Y sin sexo la vida es plana y sin emociones.El sexo como en la vida es un problema y hablar de él en literatura constituye un reto estético para el autor: ponerlo en escena con las palabras resulta bien tratado, mal tratado o provocador en los escritores, o sugerido y explicito, pasándose a decir pornográfico. La tendencia en los nuevos y jóvenes escritores norteamericanos es un tanto pacata; digo yo, y ambivalente, según la autora de la nota. Va el adelanto.

"El problema con las escenas de sexo en el último libro de Roth no es que sean pornográficas, sino que fracasan como pornografía. Uno siente que el corazón del autor no está en la novela, que simplemente está describiendo los movimientos; uno siente al viejo maestro impaciente haciendo un mapa de las escenas, no escribiéndolas.

En este punto, uno podría pensar: que entren los hombres jóvenes. Pero nuestro lote de novelistas masculinos jóvenes o juveniles no sueña con éso. El estilo sexual actual es más infantil; la inocencia está más de moda que la virilidad, los mimos, preferibles al sexo. Las posibilidades literarias de su propia ambivalencia son las que seducen a esta nueva generación, más que lo que sucede en el dormitorio. Michael Chabon escribe: "Una mujer vestida con una minifalda de cuero verde y sin ropa interior lee en voz alta La historia de O., y la protagonista dice escrupulosamente, "Me niego a azotarte." Describe Jonathan Franzen: "El ha sido, por supuesto, un amante asqueroso, ansioso". Y, por supuesto, hay escritores como Jonathan Safran Foer que evitan las corrupciones de sexualidad adulta y eligen niños y vírgenes como sus protagonistas."

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