29.4.10

Borrás:"El libro impreso sobrevivirá"

ENTREVISTA
Manuel Borrás, uno de los editores españoles más respetados en el mundo, estuvo de visita en Colombia como invitado de la Maestría de Escrituras Creativas de la Universidad Nacional

El editor Manuel Borrás (izq.) junto a Rafael Baena, novelista colombiano, autor de la novela Samaria Films XXX.fOTO;fUENTE:elespectador.com

"Esta es la historia de un hombre que vive de publicar libros impresos en pleno siglo XXI, en la era del libro electrónico. Él se llama Manuel Borrás y su empresa Pre-Textos. Desde 1976 en Valencia se expandió al ámbito europeo y latinoamericano hasta convertirse en una de las editoriales españolas más prestigiosas, no tanto por su volumen de ventas sino por la calidad de sus autores.

Publica clásicos como Chéjov, García Lorca, Azorín, Pessoa, Baudelaire, Conrad, Derrida, Pavese, contemporáneos como John Updike, Claudio Magris y José Emilio Pacheco, aunque se especializó en descubrir escritores de gran potencial como el argentino Andrés Neuman. Borrás estuvo en Bogotá pasando revista a su catálogo de escritores colombianos y charló con El Espectador sobre la industria del libro.

¿Cómo define Pre-textos?

Una editorial esencialmente literaria, que se precia de aplicar un criterio de excelencia para seleccionar los libros que incorpora a su catálogo. A pies juntillas creo que el catálogo de un editor es el mejor libro que puede escribir, en el fondo es su autobiografía.

¿Cómo defender ese criterio sin ceder a la presión comercial?

Un catálogo es un libro de carácter polifónico que requiere toda una armonización. No se construye a golpe de caprichos sino articulado en función de un criterio de excelencia rigurosa, que es lo que hemos venido haciendo. Nos distinguimos por selectivos no por acumulativos. Por mucho que le haya ido bien a un autor con nosotros, si nos trae un libro que no nos gusta no lo publicamos.

¿Cómo surgió Pre-Textos?

Nació de un azar y de una urgencia. Una vez concedidos los permisos gubernativos para ser editores, en un momento muy complicado en nuestro país durante el fin del franquismo, teníamos que dar un nombre para registrarlo. Se cumplía el plazo y no dábamos con ninguno hasta que una noche el núcleo fundador, que permanece a la fecha y está integrado por Manuel Ramírez, Manuel Arranz, Silvia Pratdesaba y yo, nos sentamos en torno a una botella de whisky. Barajamos nombres, no nos gustaba ninguno y les dije: "Tenemos que buscar un pretexto para salir de este atolladero". Entonces mi interlocutor dijo: "Ya está. ¿Por qué no la llamamos Pretextos". Y otro sugirió incorporar el guión para darle mayor ambigüedad.

¿Cuántas obras han publicado?

Tenemos más de 1.100 títulos.

¿Es clave ser editor-filólogo?

Un editor, si sabe leer en distintas lenguas, mejor que mejor. Me especialicé en la rama de germánicas y me permite tener información de primera mano sobre lo mejor que se está escribiendo.

¿No es un suicidio ser editor de libros impresos en el siglo XXI?

No lo veo como un suicidio. Cinco siglos de cultura impresa no se van a borrar de la noche a la mañana. Sí, verdaderamente, representamos la resistencia que debemos ejercer. El libro impreso está llamado a sobrevivir. Lo que pasa es que la irrupción del ebook, del kindle, se está presentando desde la prensa con una unanimidad contra el libro impreso que provoca pavor. Hay un interés de la industria por mostrarlo como la alternativa definitiva a un soporte declarado obsoleto. Eso me parece una patraña y me remito a los resultados: el otro día en un diario de izquierdas de mi país había un gran titular de "Crece el ebook", y la letra chica decía que subió 0,27 en el interés del público. ¿Qué quiere decir esto? Tenemos que preservar nuestra memoria. Hay que dejar rastro, y el archivo que deja un libro impreso en su formato papel no lo va a borrar un artilugio. Otro dato: en España una gran empresa sacó un ebook que iba a ser la novedad en Navidad y Reyes. Lo pusieron en oferta en la sección de libros y hoy está en electrodomésticos.

¿Qué significó para Pre-Textos el Premio al Mérito Editorial que le concedieron en la Feria del Libro de Guadalajara 2008?

El reconocimiento a nuestra labor, es nuestro pequeño Nobel. El hecho de que un grupo de editores internacionales nos distinguiera nos llena de sano orgullo. Estamos muy entusiastas para seguir en la difusión de la mejor literatura latinoamericana.

¿Hay punto de equilibrio entre filosofía editorial y negocio?

Todo producto cultural tiene un trasfondo empresarial y hay que establecer ese justo equilibrio. Nunca nos hemos rendido a un mercado ni a las modas y recibimos unas cuentas de beneficio a pesar de que esta editorial está dirigida a lectores más que a público, sin desdeñar al público.

¿Darío Jaramillo Agudelo fue el primer colombiano que editó?

Sí. Coincidimos en el jurado del premio de poesía Pérez Bonalde en Caracas y me entusiasmó cómo pensaba. Con ocasión de un viaje que hizo a España le pedí una antología de poesía y ya le hemos publicado 10 títulos.

Acabo de leer la muy buena tercera novela de Rafael Baena, 'Samaria Films XXX', inspirada en el mundo de la industria pornográfica. ¿Por qué le interesó este colombiano?

Por su calidad. Aquí ya lo había editado Alfaguara (Tanta sangre vista) y nosotros le publicamos ¡Vuelvan caras, carajo! Ya tiene tres novelas de excelente factura y se ha hecho un lugar en la literatura colombiana.

Un descubrimiento que lo pone tan contento como las obras de Pedro Juan Valencia.

Sí, son de esos autores secretos. Valencia con Eclipse de cuerpo tuvo una recepción crítica en mi país que no te puedes imaginar. Es excepcional y le acabamos de editar Versiones de mi vida.

¿Qué tanto sabe de literatura colombiana?

Estoy pendiente de ella desde los 15 años. Además estaba suscrito a la revista Eco, que dirigía Juan Gustavo Cobo. Leí a José Asunción Silva, León de Greiff, García Márquez. Por eso publicar colombianos es culminar un sueño.

¿De Colombia qué es lo próximo a publicar?

Darío Jaramillo prepara una gran antología de De Greiff y también tengo en mi maletín un nuevo original de él.

¿Qué impresión le dejó la Maestría en Escrituras Creativas de la Universidad Nacional?

Es la demostración de que la academia puede ofrecer una serie de instrumentos, como la disciplina, a un potencial escritor, así no pueda infundir el talento o la inspiración. Por las óperas primas que conocí, está siendo muy efectiva y me parece admirable. Lo importante es que mantenga el criterio de excelencia.

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