8.1.11

Autoayuda, un 'amigo' en la mesita de noche

Criticados por muchos, estos libros les han cambiado la vida a personas de carne y hueso

Los libros de autoayuda sirven desde que las personas quieran hacerlo.foto.fuente:eltiempo.com


Ahí, en su mesita de noche, reposa el libro que, según ella, le cambió la vida. Aunque es católica y la Biblia permanece siempre en el cajón, Amar o depender se ganó el rótulo de 'transformador'. "Este libro abrió mi conciencia sobre la idea de que no hay que morirse de amor por otra persona". María José Patiño, viuda a los 23 años, divorciada de su segundo esposo, madre de dos hijos, entendió que el amor propio es fundamental para amar a alguien cuando leyó a Walter Riso. Por eso habla del género autoayuda con la gratitud de un recién rescatado.

La historia de este tema, que básicamente pretende motivar actitudes psicológicas sanas en sus lectores, podría sintetizarse así: en 1859, Samuel Smiles escribió Self-help, como un método para estimular el autoanálisis y la superación personal. En 1940, Dale Carnegie, considerado uno de los iniciadores del tema, publicó Cómo ganar amigos e influir sobre las personas, originalmente un texto de apoyo a un curso de oratoria y relaciones humanas.

Luego vendrían, en los 60, títulos como Yo estoy bien, tú estás bien, de Thomas A. Harris, y Tus zonas erróneas, de Wayne Dyer, en 1976. En Colombia, el fenómeno no es muy distinto de la tendencia mundial.

La Cámara Colombiana del Libro no tiene estadística discriminada de cuántos ejemplares de este tema se venden en el país, pero reconoce su liderazgo. Álvaro Quinche, del área de ventas de Panamericana, asegura que la autosuperación constituye el segundo rubro más vendido en esa empresa, después de la literatura infantil.

El 'Papa' de la autoayuda es Paulo Coelho, antiguo publicista y compositor de canciones brasileño que ha construido su popularidad sobre la base de novelas que inspiran ese sentimiento de autosuperación en los lectores. Hasta hoy, ha vendido la increíble suma de 135 millones de ejemplares de sus obras en todo el mundo.

Psicólogo de urgencia

María Cecilia Betancur, autora de El corazón herido, Estoy encantado de haberme conocido y otros 13 títulos del género, asegura que "son una inmensa ayuda".

Betancur dice que proveen herramientas prácticas para, por ejemplo, repotenciar la autoestima. Recibe a diario en su página web decenas de agradecimientos de lectores a quienes alguno de sus libros rescató de una "hondura pavorosa". A veces no es suficiente, admite, porque los conflictos profundos "no se resuelven con solo una lectura".

Rocío Hernández, psicóloga experta en crisis, pregona que su especialidad debe estar al alcance de todos, es decir, ser tan democrática como los problemas que la gente padece. Por eso, dicta talleres que funcionan como grupos de apoyo. Al final de sus terapias recomienda algunos libros, para que los pacientes continúen el proceso de autoconocimiento.

El primer contacto con estos textos lo tuvo a los 22 años. Encontró Tus zonas erróneas y comprendió que era posible cambiar lo que no le gustaba de sí misma y no llevarlo con resignación, como un grano en la punta de la nariz.

Ambas expertas coinciden en que no es posible encontrar fórmulas mágicas para cambiar la vida, sino que todo buen resultado merece un esfuerzo. De eso se dio cuenta Nathalia Barrera, a quien también Walter Riso le cambió la óptica sobre las relaciones de pareja. "Si uno no está dispuesto a cambiar, los libros de autoayuda pueden convertirse en basura".

Pócimas mágicas

Las fórmulas sencillas de cerrar los ojos, imaginar, sentir y recibir se quedan cortas cuando se quiere evolucionar, dicen Betancur y Hernández, y lo reafirman Néstor Pardo, profesor e investigador del Departamento de Lingüística de la Universidad Nacional, y Sergio Bolaños, decano de la Facultad de Ciencias Humanas de la misma institución.

En conjunto, han leído por lo menos cien títulos de autoayuda, pero, dicen, ninguno ofrece un castillo o un collar de diamantes, como lo hacen algunos textos con títulos que prometen mundos de fortuna, éxito y amor al alcance de las manos.

Pardo tiene la teoría de que en situaciones de mayor vulnerabilidad, como la muerte de un ser querido, es cuando el ser humano más se necesita de la receta para poner fin al dolor y allí entra en escena la autoayuda.

Pero muchos, como Paula J. Saúl, los ven perfectos para mejorar sus relaciones de negocios, tener éxito en ventas y encontrar la tranquilidad espiritual. Se han vuelto su lectura y relectura mensual, porque le han permitido ser más efectiva a la hora de manejar las finanzas personales y entender sus prioridades. Aunque todavía está en la lucha para bajar de peso, confiesa.

También hay los lectores fanáticos que los compran, pero padecen el temor de ser descubiertos y calificados de superfluos y crédulos.

"Muchos intelectuales no pueden reconocer que se sientan atraídos por una lectura de estructuras sencillas, aunque, al igual que todos, necesiten algún tipo de ayuda", manifiesta Nathalia Barrera.

Nathalia recuerda a su amiga estudiante de literatura, que los leía con religiosidad, pero forraba su carátula por el temor de ser encasillada.

La era de la autoayuda llegó para quedarse, concluye el investigador Néstor Pardo, quien se declara incrédulo ante las estrategias que este género receta, pero reconoce el valor y el fundamento científico de algunos textos. Sabe que los seres humanos se pasan la vida buscando soluciones y si las respuestas están a la mano en un libro, pues mejor.

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