14.6.11

Borges y la alegría del tango

El escritor y académico santafesino Santiago de Luca habló sobre el festival francés Tangopostale, que abrirá en julio con una selección de textos de Jorge Luis Borges elegidos por él. Además, analizó las características de la polémica relación del autor de Ficciones con la música rioplatense
Borges y el tango en un afiche que invita a la apertura de Tangopostale.foto.fuente:Revista Ñ

Esa ráfaga, el tango, esa diablura los atareados años desafía; hecho de polvo y tiempo, el hombre dura menos, que la liviana melodía, que solo es tiempo El tango crea un turbio pasado irreal que de algún modo es cierto, el recuerdo imposible de haber muerto peleando, en una esquina del suburbio, escribió Jorge Luis Borges en su poema El tango. De esa y otras tantas lecturas se agarró el escritor santafesino Santiago de Luca para sugerir que "Borges creía que el tango, como la pelea, puede ser algo alegre". Con el trasfondo de esa idea este especialista en la obra del genial escritor argentino y docente del Instituto Cervantes tolosano le adelantó a Ñ digital las claves de "Borges y el tango", la actividad que abrirá la tercera edición de Tangopostale (ver recuadro), el festival de tango que se desarrollará entre el 5 y 10 de julio en Toulouse, Francia.

"Borges y el tango" consistirá en una lectura bilingüe de textos del genial escritor argentino que describen el ambiente del género rioplatense. Personalidades de la escena cultural de esta ciudad del sudoeste galo leerán, en francés y en español fragmentos de "El Tango", "Para las seis cuerdas" y "Alguien le dice al tango". Todo al compás del rasgueo de una guitarra y con las figuras dibujadas por una pareja de baile en escena. Una suerte de continuación de la lectura del Martín Fierro que, también en los dos idiomas, dirigió De Luca el año pasado en el imponente Capitolio tolosano (la municipalidad) para conmemorar el Bicentenario de la Argentina.

En línea con su trayectoria académica, De Luca desmenuza la atracción de Borges por el "dos por cuatro": "Sin mezquindad, ni por pasión, ni por lucro, pelearse estaba, para Borges, en el orden natural de las cosas y podía significar cierta alegría. Esa idea él la encontraba en el tango y también en literaturas nórdicas anglosajonas", dice De Luca, y remite a los últimos versos del poema "El tango", citados al comienzo de esta nota.

Allí converge, según De Luca, esa interrogación poética y filosófica que hace Borges del mundo tanguero, de lo argentino, del arrabal que se cuela en su literatura aparentemente tan clásica. "Hay un juego: -con algo de ironía, ¿por qué no?- esas antiguas literaturas épicas se mostraban como el pasado que detentaba los valores literarios y morales, y las virtudes de la sociedad, y Borges coloca al tango como lo que está en la fundación de ciertos valores", dice este argentino que vive en Toulouse.

La oralidad de la literatura borgeana, combinadas con el baile y la música, son las claves de este evento. "La obra de Borges es muy oral, sus textos están escritos para ser dichos", se entusiasma De Luca, y aventura que más allá de la postura del autor de "Evaristo Carriego" sobre el tango, "muchas veces polémica porque Borges adscribía al tango que no reivindicaba el lamento continuo, algunos de sus personajes caminan como los compadritos, con el pecho adelante y la camisa abierta". Es que para Borges, el tango, sobre todas las cosas, es una manera de caminar. "Tiene mucho que ver con la cultura porteña. Esa manera de caminar creo que sí lo conmovía", explica De Luca.

También explica De Luca su propia relación con el tango, más bien "genética". Se lo transmitió su papá y llegó a traducirse en su libro "El malevo enamorado", suerte de cómic presentado en la edición anterior de Tangopostale. Su visión, compartida con el escritor Juan José Saer entre otros, considera las letras tangueras como una parte de la poesía argentina.

Pero Borges es para De Luca una pasión académica, que asoma con la lectura en la infancia, se perfila durante el Profesorado de Letras en la Universidad del Litoral, se declara en una tesis doctoral en la madrileña Universidad Complutense sobre la influencia del Siglo de Oro español en el genio literario y se prolonga en cursos, seminarios y conferencias sobre el autor de "Ficciones" incluyendo una en la Biblioteca de Alejandría cuando se cumplieron 20 años de su muerte.

Justamente Egipto fue para De Luca la parada posterior a España. Duró dos años y dio lugar a "Dos ríos" (2007), una comparación novelada entre el Paraná y el Nilo, y "La piedra y la arena en su libro infinito. Egipto visto desde el sur" (2009), un ensayo que rastrea los puntos en común entre las dos culturas.

Instalado en Francia desde 2007, el año pasado, además de "El Malevo...", De Luca publicó "Dix-et-un" ("dieciuno"), once historias, en una de las cuales imaginó una continuación de 'La invención de Morel', de Bioy Casares. "Si yo fuera un verdadero Borgeano, diría que me gusta más Bioy Casares que Borges", reconoce. Su tercer libro, "Los Monstruos de Paris", que con fotos de Raúl Cottone busca el lado oscuro de la Ciudad de las Luces.

Siempre con el apoyo de universidades (del Litoral, de San Luis, de Lima), este año De Luca vuelve "a cometer la imprudencia de publicar tres libros": "Las líneas del tiempo", textos poéticos sobre las Líneas de Nazca, producto de una invitación a Perú para dar una conferencia sobre Borges y el laberinto que concluyó con un vuelo sobre el lugar; una biografía sobre Don Luis de Córdoba, un exiliado español en Santa Fe, prologada por Domingo García Cañedo, Director del Instituto Cervantes de Toulouse -capital del exilio republicano-, para quien "iniciativas como ésta sirven para perpetuar la memoria de una época y unos personajes, rescatándolos del olvido de un siglo desmemoriado"; y "Destinos", que presentará junto a Cottone durante la lectura "Borges y el Tango". Con este fotógrafo ha publicado varios libros: "El caza fotos y yo intento capturar palabras mientras caminamos desarrollando el arte de la conversación azarosa y vagabunda", dice De Luca.

Por último, una novela –"género que Borges no incursionaba y que incluso criticaba"-, que De Luca escribe desde hace 4 años espera salir de la gatera en 2012: "Es un desafío personal: a partir de Borges salir de Borges".

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