19.6.14

Por qué deberías tomar tus apuntes a mano

La Universidad de Princeton ha realizado un estudio en el que demuestran que cogiendo notas con el ordenador portátil o con la tableta nos implicamos menos en la escucha y retenemos peor

Escribir a mano como en la "prehistoria" ayuda al cerebro y la memoria./Everett Collection./elpais.com

El cineasta Quentin Tarantino o las premiadas novelistas Jhumpa Lahiri y Amy Tan se encuentran entre los muchos escritores contemporáneos que pasan del ordenador y optan por el papel y la pluma para plasmar, al menos en la etapa inicial, sus ideas. Razones no les faltan para volver a la “prehistoria” del bolígrafo y el papel: no sólo importa lo que escribimos, sino también cómo. Esto es lo que se desprende de un estudio reciente con estudiantes universitarios que indica que tomar notas a mano permite mayor comprensión y memorización de la lección.
Escribir directamente en el portátil es, sin duda, un método más rápido y eficiente. Pero el precio que pagamos por esta comodidad es alto. Nos convertimos, en cierto modo, en 'robots' que teclean mecánicamente sin pensar demasiado y con menor capacidad para procesar nueva información. Tomar apuntes a mano, por contra, nos obliga a implicarnos más activamente en la escucha, ya que no hay más remedio que seleccionar y decidir qué es importante. Y es en este proceso de discernimiento donde se aprende más.

Estudios anteriores habían atribuido esta diferencia a las mil y una distracciones que conlleva usar el portátil. De hecho, se estima que los alumnos que emplean sus ordenadores en clase tienen en la pantalla algo que no guarda relación con la clase durante un 40 por ciento del tiempo. Pero hasta ahora no se había examinado la efectividad de los portátiles sin conexión a internet frente al cuaderno y bolígrafo.

“Nuestros descubrimientos sugieren que incluso cuando los portátiles se usan como se pretendía, y no para comprar cosas durante las clases, podrían estar afectando negativamente el desempeño académico”, señaló Pam Mueller, profesora de la Universidad de Princeton y principal autora del estudio. Cierto día, cuando era estudiante de posgrado, Mueller olvidó en casa su portátil y se vio obligada a utilizar el bloc. Para su sorpresa, se enteró mucho mejor. Y esto le llevó a emprender esta investigación.

Mueller y su equipo compararon grupos de estudiantes que tomaban notas en ordenador sin conexión frente a otros escribiendo a mano. Unos y otros respondieron de forma similar a las preguntas sobre datos concretos. Pero cuando se les interrogó por conceptos, los usuarios de portátil anduvieron menos atinados. En el siguiente estudio, los investigadores recomendaron a los alumnos con portátil que usasen sus propias palabras en lugar de transcribir literalmente la lección. Pero parece que cuando uno tiene un ordenador en sus manos, es imposible zafarse de esa tentación. Como señala el estudio, “las instrucciones para no tomar notas textuales fueron totalmente inefectivas”. Nuevamente, los alumnos con ordenador recordaban peor la lección que los compañeros que tomaban notas a mano.

Por otra parte, lo que resulta sorprendente en la era digital, el estudio muestra que disponer de apuntes tomados con el ordenador tampoco es ventajoso a la hora de estudiar. Este nuevo estudio ratifica investigaciones anteriores que ponen de manifiesto que, para el aprendizaje, la actividad de tomar notas es tan importante como el acto estudiar.

Mueller no espera que esto lleve a que los estudiantes se olviden en masa del ordenador. Pero sí podría impulsar el uso de otras tecnologías, como las aplicaciones para grabar la escritura a mano en tabletas. Así se obtendría un registro electrónico de los apuntes pero no se perderían las ventajas de tener que procesar la información según llega, en lugar de trascribirla sin prestar atención.

En un momento en que el uso de portátiles se extiende como la pólvora por las aulas y muchos tenemos casi olvidado el viejo arte de la escritura, estos trabajos recuerdan que sirve para algo más que para comunicarse. Estudios anteriores ya mostraron que cuando los niños escriben a mano, son capaces de expresar más ideas. En cuanto a los adultos, esta actividad tiene una relación única con el cerebro a la hora de componer nuevos pensamientos. Y, por supuesto, está el lado romántico del asunto. La escritura es mucho más íntima y transmite nuestra personalidad. Como dijo la novelista Lahiri, “me siento más libre cuando escribo a mano”.

@nataliamartin es periodista. Si quieres ponerte en contacto con ella escribe a natalia@vidasencilla.es

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