27.10.14

Policía del lenguaje, ¿dígame?

Matadero Madrid acoge el Congreso Internacional de Correctores de Textos en Español  
"Escribir bien como quieren esos putos de la Academia", Paul Morel, en El caso Morel de Rubem Fonseca./Ilustración de Ulises./elmundo.es

Decía Michel de Montaigne que "la palabra es mitad de quien la pronuncia y mitad de quien la escucha". Las palabras, a simple vista, parecen inocentes pero también conducen relaciones de poder entre el que emite y el que recibe. Precisamente de eso, de palabras, trata el tercer Congreso Internacional de Correctores de Textos en Español.
Por allí pasarán lingüistas, correctores y periodistas que viven rodeados de palabras, su forma de vida. "El lenguaje está en todo, las palabras son el lenguaje del alma y es importante saber qué lenguaje es adecuado para cada uno" dice María Irazusta, directora y fundadora de Irazusta Comunicación. Ella se encarga de 'vestir' el lenguaje que utilizan las empresas cuando quieren hablarle al mundo. "El poder el lenguaje es mucho más importante de lo que creemos. Hoy en día, más del 80% del valor de una empresa está en la parte intangible, y ahí entra la comunicación" continua.
El poder del lenguaje es algo que Irazusta conoce muy bien. Ya se encargó de hacer que los españoles 'reaprendiésemos' nuestro idioma con la publicación del libro 'Las 101 cagadas del español'. "Los escritores van a las palabras, pero yo voy al conjunto de todo: al lenguaje" afirma Irazusta, quien asesora a empresas del calibre de Repsol o Indra. "Yo soy una 'personal shopper' del lenguaje, incluso a veces me considero dietista al decirle a ciertas personas que se traguen sus palabras". De eso se encarga Irazusta, de qué 'traje' le va a sentir mejor a cada empresa atendiendo a su personalidad como organización.

El germen de la duda

'La vida más allá de la editorial: asesores lingüísticos en empresas' es la mesa redonda que UniCo ha programado en este Congreso y en el que María Irazusta ha intervenido junto a Cristina Sierra, correctora de una empresa de abogacía; Antón Lado, editor en 2.0 Editora y Antonio Calvo Roy, periodista de la empresa Divulga que se dedica a la elaboración de contenidos de comunicación científica y ambiental. Todos ellos, a su manera, se encargan de cuidar el lenguaje que utilizan las empresas. De ser los guardianes de la comunicación y de lo adecuadamente escrito y dicho.
Aunque cada uno de ellos discrepa en lo que tiene que tener un corrector o editor, todos están de acuerdo en que se necesita una base lingüística muy sólida. "Un corrector tiene que poder razonar cualquier cosa y si no sabe algo, por lo menos sí saber en que lugar buscarlo. Y que tenga mucho sentido común", afirma Cristina Sierra. Para Antón Lado la versatilidad de la persona es algo primordial, mientras que María Irazusta busca una gran empatía con la empresa a la que hay que ayudar a comunicar, "que se esté muy impregnado en la cultura corporativa de esa entidad para saber qué es lo que le queda bien a esa organización".
Las empresas buscan, cada vez más, que su mensaje sea lo más claro y correcto posible. Otras se mantienen fuera del cuidado de su lenguaje. "Lo importante es introducir el germen de la duda, la duda es básica para saber si algo está bien o mal escrito" dice Antonio Calvo Roy, que trabaja desde mediados de los años 80 como periodista científico y que opina que "el hábito sí hace al monje" en cuestiones de lenguaje. Por su parte, Antón Lado afirma que cuando las empresas utilizan asesores o correctores están consiguiendo "mejorar su lenguaje para también mejorar su comunicación".
El Congreso Internacional de Correctores de Textos en español se celebró los días 24, 25 y 26 en el auditorio de La Casa del Lector de Matadero de Madrid. La Unión de Correctores ha organizado esta cita que ha tenido una gran acogida entre el mundo de los lingüistas y correctores. Aquellas personas que hacen, a su forma, de guardianes del lenguaje y las palabras.

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