28.4.17

Este año se pondrán en funcionamiento 30 bibliotecas en Bogotá

Con Francia como país invitado de honor, arrancó la Feria Internacional del Libro de Bogotá, Filbo, que concluirá el próximo 8 de mayo. Hay más de 150 actividades en todas las localidades
Leer tempranamente ayuda a ser crítico e imaginativo./elespectador.com

En el marco de la inauguración de la Feria Internacional del Libro de Bogotá (Filbo), la Administración Distrital anunció que en 2017 se pondrán en funcionamiento 30 bibliotecas para la ciudad, entre ellas La Marichuela, en Usme, y la de Sumapaz. A partir de mayo próximo, ambas operarán bajo una nueva modalidad denominada público-escolar, es decir, que servirán tanto al colegio como a la comunidad.
Según detalló el alcalde Enrique Peñalosa, la ciudad se mueve en torno a la lectura y por cuenta de la Filbo, en la que Francia es el país invitado de honor, se tienen previstas más de 150 actividades en todas las localidades, para que los bogotanos se acerquen a los libros.
"La lectura nos da libertad, nos permite viajar a otras culturas, otras épocas, conocer y disfrutar distintas experiencias, nos enseña a entender y respetar a los demás", declaró el mandatario, quien destacó la implementación del Plan Distrital 'Leer es Volar', que busca mejorar los hábitos de lectura de los capitalinos y que cuenta con recursos por el orden de los $150 mil millones.
Se estima que casi uno de cada dos estudiantes de ocho años y en tercer grado (el 45%), aún tienen resultados insuficientes en las pruebas Saber, por lo cual el Distrito le apuesta a reducir este índice hasta el 35%.
"Para lograrlo es necesario transformar las prácticas de aula de docentes y que colegios, rectores y padres de familia, incentiven la lectura", agregó el mandatario.
La Administración destacó que se han orientado esfuerzos para ampliar la cobertura con la entrega de 60.000 libros digitales y físicos a 22 bibliotecas escolares. Asimismo, el acceso a los libros en parques, hospitales, estaciones de Transmilenio y plazas de mercado, sumado al fortalecimiento de la red de bibliotecas públicas.
La Alcaldía Mayor contará con un stand en la Feria del Libro donde niñas, niños y jóvenes podrán disfrutar de juegos, historietas y comics sin ningún costo.

Escritores en la fábrica de sueños

Tanto en la ficción como en vida de muchos autores, Hollywood representa una esperanza convertida en pesadilla
Barton Fink (1991).  La película de los hermanos Coen trata de las desventuras de un autor en Hollywood./revista Ñ

Los Angeles es una ciudad rara. En la primera mitad del siglo XX, Gertrurde Stein la definió para siempre con una frase: famosa “There is no there there”, algo así como “No hay ahí ahí”, en el sentido de que no tiene un único centro sino muchos, de que no hay un lugar que sea “Los Angeles” en realidad.
Uno de los muchos centros de la ciudad invitada de honor en esta 43a. Feria del Libro es Hollywood. Y no es solamente un centro cinematográfico porque el cine de Hollywood tiene influencia en la realidad estadounidense, incluida la literatura, y las relaciones literatura-cine son complejas, apasionantes y apasionadas. Las películas de Hollywood (no el cine off) son el producto cultural por el que más se conoce a los Estados Unidos y el país es consciente del poder de ese producto para transmitir ideas: el gobierno negocia para que su cine llegue con facilidad a todas partes, ponen dinero para que se muestre la bandera del país. Tienen razón: el resultado de esa política es que todo el mundo reconoce esa bandera y adopta o por lo menos entiende la forma en que leen la realidad los sectores poderosos, blancos, de los Estados Unidos.
No hay duda de que la literatura no puede competir con ese peso cultural pero las relaciones entre cine y libros siguen en la vidriera porque la escritura está íntimamente ligada con lo que pasa alrededor de quien la escribe. Tiene sentido que, en los siglos XX y XXI, las letras se hayan interesado por Hollywood y que las relaciones cine-literatura sean complejas y circulares: si muy al comienzo de su aparición, el cine de ficción se apoyó en la dramaturgia, actualmente los contactos van en las dos direcciones. El cine sigue leyendo la literatura a su manera y la literatura toma del cine muchísimos recursos, por ejemplo, el montaje.
Las relaciones entre Hollywood y los escritores estadounidenses van desde el amor y el deseo hasta el odio y el desprecio y aparecen tanto en los libros como en las películas. Los estudios contrataron escritores como guionistas y la experiencia no siempre fue buena para los que aceptaron. En los dos extremos están William Faulkner con su odio a Hollywood, por un lado, y por otro George Martin, guionista y escritor, famoso hoy por la saga A Song of Ice and Fire (Una canción de hielo y fuego), en la que se basa la serie Game of Thrones (Juego de tronos).
Hollywood es una industria. Lo reconocen hasta los estudios: en el siglo XXI, las series y películas ya no representan a los dueños de los estudios como artistas románticos sino como hombres de negocios. Por ejemplo, en Feud: Bette and Joan, una serie nueva de Fox sobre la rivalidad entre Bette Davies y Joan Crawford, Jack Warner (Warner Brothers) aparece como un hombre cruel cuyo único propósito es ganar dinero, capaz de maltratar y acosar a guionistas, directores y actores.
Los escritores que llegan a Hollywood como redactores de guiones están al servicio de personas como Warner: descubren fatalmente el carácter industrial de la “fábrica de sueños”. Ya no son artistas sino obreros. Cuando ya era conocido en su país, William Faulkner recibió una oferta de un contrato de quinientos dólares por semana para escribir guiones en la Metro Goldwin Mayer. Faulkner necesitaba el dinero y así empezó su relación con la industria. Odió Los Angeles desde el principio aunque tuvo experiencias positivas: su amor con Meta Carpenter y, desde lo artístico, su amistad con el director Howard Hawks.
“Ahí no adoran el dinero”, dicen que dijo una vez. “Adoran la muerte”. El dinero, parece decir el comentario, me lo esperaba. Este horror, no. En una entrevista para el diario Los Angeles Times, el futuro Premio Nóbel declara sobre su primera llegada a Los Ángeles: “La verdad es que me asusté. Y cuando me llevaron a una sala de proyección para ver una película y me decían una y otra vez que iba a ser muy fácil, me aturdí mucho. Nunca iba a poder hacerlo. No se me ocurría nada que no fuera salir corriendo”.
Al parecer, Hollywood no es fácil de tolerar. Años después, el cine retomó la historia: en 1991, los hermanos Joel y Ethan Coen filmaron Barton Fink, donde un dramaturgo famoso de Broadway, un artista, termina en Hollywood con un contrato semejante, le piden una película sobre luchadores (como tuvo que escribir Faulkner) y se relaciona con un hombre de bigotes y traje claro, amante de los caballos, un borracho que claramente remite al gran autor sureño.
Artista autodidacta, con un discurso barroco y un manejo del tiempo preciso e inolvidable, Faulkner no puede haber disfrutado mucho de un formato como el guión en el que todo tiene una dimensión práctica. Paradójicamente, era un buen guionista y escribió muchos guiones. Dos siguen estudiándose: el de Tener y no tener, la novela de su rival, Ernest Hemingway, y otro sobre El gran sueño, el policial de Raymond Chandler.
Aunque la mayoría de los escritores conocidos la pasó mal en Hollywood, hay ejemplos en contrario. En nuestros días, George Martin, autor de la saga base de Game of Thrones, se desarrolló como escritor y guionista, y siempre fue un pez en el agua en ambos mundos. Cuando se lo lee como escritor, es evidente la influencia en él de los recursos del cine. Al contrario, la razón por la cual su saga se convirtió en serie fue, seguramente, su conocimiento de la industria y quienes manejan sus hilos.
La promesa y la miseria de Hollywood y, sobre todo, el contraste entre ambas aparecen en novelas y cuentos de la literatura estadounidense. La historia del contacto de Francis Scott Fitzgerald con el cine se parece mucho a la de Faulkner. Necesitado de dinero, el escritor fue a parar a Hollywood en 1937, uno más entre otros guionistas de renombre –Dorothy Parker, los británicos Anthony Powell y Aldous Huxley–. En los dos años y medio que pasó en Los Ángeles redactando guiones de películas olvidables (Marie Curie, por ejemplo), Fitzgerald escribió también una serie de cuentos sobre un guionista, Pat Hobby, sometido a las humillaciones de la industria. Más adelante, volvió sobre el tema en El último magnate, publicada en 1941, después de su muerte.
En la primera mitad del siglo XX, quizá la novela que mejor retrata la doble faz del sueño hollywoodense sea obra de Nathanael West. Guionista de películas clase B, West escribió en 1939 El día de la langosta (The Day of the Locust), un retrato del horror, en el que cuenta la caída de una serie de personajes arrastrados por el deseo feroz de fama, éxito y dinero. El desastre con que termina El día de la langosta es grupal, en escenas que quedan para siempre en la memoria. Y West describe a Hollywood como ejemplo del estado de situación en todo el país, que acababa de salir de la Gran Depresión.
Lo que retratan todas esas obras es la versión hollywoodense de un “sueño americano” que no se cumple. Los Angeles, ciudad corrupta y terrible, promete a los ilusionados que llegan a ella cambiar en un instante sus vidas pequeñas y llevarlas a la fama, a la riqueza. Actualmente, esa misma historia se cuenta en la película La La Land. En los cuentos de Scott Fitzgerald, la novela de West, o años después, la de Alfred Hayes, Que el mundo me conozca (1958), reeditada por La Bestia Equilátera, los personajes recién llegados a Hollywood están al borde del abismo, solos, sin otra razón de ser que sus sueños de triunfar en las películas. El problema es que la industria, en lugar de levantarlos, los empuja hacia el desastre, y el sueño se convierte en pesadilla. Cada libro tiene su manera de contarlo. La novela de Hayes tiene un enfoque individual: cuenta un encuentro entre dos personajes, la chica aspirante a actriz y el narrador, otro escritor convertido en guionista. Como en La La Land, el planteo es casi minimalista. Y ahí es donde se puede contrastar a Hayes con West. El día de la langosta responde a la estética de 1930, cuando se preferían miradas más colectivas, tal vez por el horror de la Gran Depresión. Sin embargo, ambas novelas narran una sociedad, no una personalidad. West lo hace a través de personajes estereotipados y escenas de masas; Hayes, mediante las consideraciones del narrador sobre la chica, a la que ve como un cliché. Ambas miradas empiezan en la esperanza patética y terminan en la muerte. Por supuesto, La la Land cuenta la historia contraria: la del sueño cumplido. La literatura también. En el año 2000, la relata Joyce Carol Oates, en Blonde (2000), desde un punto de vista femenino y feminista. Toma el personaje de Norma Jean, que después se convierte en Marilyn Monroe. Norma/Marilyn consigue que Hollywood la toque con su varita mágica pero descubre que ese sueño maravilloso también es una pesadilla que termina en cosificación y muerte. La fábrica de sueños desdeña a unos y acepta a otros. A los primeros, los destruye. A los otros, los que acepta, se los devora. El sueño está corrupto incluso cuando se hace realidad.

Ismaíl Kadaré: “De niño me creía Shakespeare”

 El eterno candidato al Nobel publica La muñeca, relato de juventud donde se reconcilia con una madre ingenua y crédula, gracias a la que se convirtió en escritor
El escritor Ismaíl Kadaré. 

Ismaíl Kadaré (Gjirokastra, Albania, 1936) se despierta de la siesta con el verbo algo enredado. “Hoy tengo mal el francés”, advierte el eterno candidato al Nobel en su apartamento con vistas sobre los Jardines de Luxemburgo, cuya decoración no parece haber cambiado ni un ápice desde que se exilió en París a principios de los 90, huyendo de la Albania comunista. El escritor toma asiento en su sofá mientras escruta un ejemplar de su último libro, publicado por Alianza. La muñeca, dice leyendo el título en castellano, pero sin llegar a pronunciar la eñe. Le aclaramos el insondable misterio de la tilde. “Ah, no lo sabía”, se admira el escritor, mientras su esposa, la también escritora Helena Kadaré, acerca un par de cafés. La muñeca es un relato sobre su infancia, con el que el autor de El general del ejército muerto rinde homenaje a una madre exageradamente cándida, con la que el autor no siempre fue amable ni justo.
PREGUNTA. ¿Sigue esperando el Nobel?

RESPUESTA. Decir que no lo espero sería una falsedad. Soy escritor y, para mí, la literatura es la cosa más sublime del mundo. ¿Cómo puedo afirmar que el Nobel no me interesa? Sería una idiotez... Formo parte de los eternos candidatos al premio, por lo que supongo que me hallo en una espera pasiva. Tengo una historia íntima y extraña con el premio. En 1976 escribí El ocaso de los dioses de la estepa, con la concesión del Nobel a Pasternak como telón de fondo, donde describía el patetismo de la vida literaria soviética. En aquel momento ya aparecía en la lista de finalistas para el Nobel. Desde entonces han pasado 40 años.
En la Albania comunista, la adoración a la madre era la adoración al partido
P. ¿Por qué llama muñeca a su madre?
R. Era una mujer ingenua, que no estaba muy en contacto con la realidad. Era un personaje muy infantil, que se creía todo lo que le contaban. Cuando empecé a ser conocido, una vecina le dijo: “Ahora que tu hijo es famoso, ¡te va a cambiar por otra madre!”. La pobre se tomó la broma al pie de la letra. Llegó a casa desesperada, creyendo que la iba a cambiar por una actriz de teatro…
P. ¿En qué se parece a ella?
R. Supongo que todos los escritores compartimos cierta ingenuidad. No he necesitado trabajarla como personaje literario, porque era como si ya lo fuera por sí sola, sin necesidad de añadir nada. Mis padres parecían personajes creados de manera artificial gracias al arte de la literatura. Cada vez que los oía hablar, me quedaba estupefacto. Por ejemplo, me enfadaba mucho al oír sus conversaciones matutinas…
P. ¿Le parecían demasiado banales?
R. Sí, eso es. Ya a los 12 años, las encontraba triviales, fastidiosas, sin interés alguno. Me preguntaba por qué no reflexionaban sobre cosas más serias. Me irritaba que hablaran de cuánto costaba la comida y otras cosas así de idiotas. Mi padre y mi madre eran muy diferentes, pero tenían algo en común: ambos me dejaron vivir con una independencia extraordinaria. Muchos autores han tenido madres tiránicas y malvadas. Yo, no. En realidad, mi madre no tenía ninguna autoridad sobre mí.
P. En el libro dice que, gracias a eso, pudo convertirse en escritor.
R. Bueno, en realidad diría que lo fui desde siempre. Desde que leí a Shakespeare supe que iba a convertirme en escritor. Supe que tenía otro remedio que ser escritor y que iba a escribir igual que lo hacía él. No le esconderé que padecía ese mal llamado megalomanía… De niño estaba convencido de que era Shakespeare.
P. ¿Cómo reaccionaron sus padres cuando les dijo que escogía este oficio?
R. No se inmutaron. Pensaron que era una moda de aquella época. A los 12 años escribí un cuento para un concurso organizado en un periódico albanés. Lo publicaron, pero añadieron un comentario durísimo: “Es usted muy joven, tiene que trabajar más y, sobre todo, leer más”. Al verlo publicado, no me importó nada esa crítica. Estuve felicísimo al descubrir mi nombre escrito en el periódico. Lo encontrará grotesco, pero me pareció una gran victoria.
P. ¿Ha escrito este libro como una reconciliación con su madre?
R. Bueno, lo escribí más bien como un reconocimiento a la libertad que me dio, que me permitió tomarme muy poco en serio muchas cosas, empezando por la escritura. Su carácter infantil me ayudó a no mistificar la figura materna. En la escuela nos enseñaban que la figura de la madre era sagrada. Tenía que ser la persona más amada, alguien a quien no traicionarías nunca bajo ninguna circunstancia. Ese éxtasis de la madre tenía una explicación política. Durante el régimen comunista, la madre era el partido, que en albanés es un sustantivo femenino. La adoración de la madre era la adoración del partido. Mi madre me liberó de eso. Me permitió romper con esa solemnidad idiota.
P. ¿Se considera un escritor disidente?
R. Me parece un error juzgar la literatura de los antiguos países comunistas dividiendo entre disidentes y no disidentes. Para mí, los mejores escritores eran los que olvidaban esta distinción. En el fondo, los crímenes eran tan enormes que los esfuerzos de un escritor parecían ridículos respecto a aquella inimaginable monstruosidad. Nunca quise escribir para burlarme del régimen. Cuando uno respeta y sublima la literatura hasta el punto de convertirla en algo divino, en algo que forma parte del reino de los cielos, es cuando logra ganar.
P. Lleva 25 años en el exilio. ¿Qué efectos ha tenido en su obra?
La civilización europea, con sus pros y sus contras, sigue siendo la mejor que existe
R. Ninguna. Si lee un escrito mío de antes del exilio y otro de después, no logrará encontrar ninguna diferencia. Descubrir lo que le estoy contando fue una gran sorpresa. Los escritores de mi generación nos preguntábamos cómo escribiríamos en un régimen libre, intuyendo en nuestro foro interior que lograríamos firmar auténticas maravillas. Al caer el régimen, entendí que iba a seguir escribiendo igual, porque me seguían interesando los mismos asuntos que antes.
P. Dos décadas después de la rebelión de 1997, ¿sigue siendo Albania el verso libre de Europa?
R. No, ya no podemos decir eso. Hoy existe en Albania una libertad total. Hasta el punto que, vulgarmente, se dice que resulta incluso excesiva. La libertad exagerada no existe, aunque la rozamos cuando empieza el caos.
P. Creció creyendo que Europa era un ideal. ¿Lo sigue pensando?
R. La civilización europea, con sus virtudes y sus defectos, sigue siendo la mejor del mundo. Está lejos de la perfección, pero la propia humanidad también lo está. No se le puede recriminar a un león su tendencia a comerse a otros animales. La humanidad ha hecho cosas que van todavía más allá, por lo que no tenemos derecho a aspirar a un destino más dulce. Europa tiene un lado cruel, sin lugar a dudas. Y un lado injusto, sin lugar a dudas. Pero, cuando ponemos los pros y los contras en la balanza, sigue siendo la mejor civilización que existe.

'Black Power' literario

La narrativa afroamericana reivindicativa se hace fuerte en plena era Trump con los prestigiosos premios de Paul Beatty y Colson Whitehead, que publican Malpaso y PRH en castellano
El escritor Paul Beatty. EL MUNDO

El racismo y la esclavitud no son temas nuevos para la literatura de Estados Unidos, pero se han convertido en una tendencia al alza en los últimos años. Y el hecho de que dos autores de raza negra con novelas a tono reciban dos de los premios literarios más prestigiosos del orbe en narrativa anglosajona, cuando preside la Casa Blanca un empresario de rubio tupé acusado de racista -cuando no de misógino- por sus detractores, parece algo más que una ironía.
Más bien supone una suerte de resistencia de la literatura, y de sus instancias legitimadoras, al paquete de prejuicios que flota en la sociedad americana de la brumosa era Trump. En concreto, se trata de Paul Beatty (Los Ángeles, 1962) galardonado con el Man Booker Prize 2016 por The Sellout, título original. Todo un acontecimiento si se tiene en cuenta que es la primera vez en la historia que se otorga a un americano el galardón británico -no así a un escritor de raza negra, porque también lo es el jamaicano Marlo James (1970) del año anterior por Breve historia de siete asesinatos (Malpaso). Y también se trata de Colson Whitehead (Nueva York, 1969), ganador del National Book Award y el Pulitzer el ficción por The Underground Railroad. Más notable aún porque ambos premios a la vez los ganaron sólo William Faulkner o Toni Morrison.
Ambas novelas ya tienen dueño en castellano. La primera la publicará también Malpaso el próximo 22 de mayo en versión de Íñigo García Ureta como El vendido. La cuarta novela de Paul Beatty es una historia sobre un joven negro del suburbio de su ciudad natal que comparece ante el Tribunal Supremo como el último caso, de una larguísima lista, de casos relacionados con la discriminación racial. Es un «libro difícil y difícil de leer», según el autor, «que destripa todos y cada uno de los tabúes sociales», según el jurado del Booker.
La de Whitehead, que Literatura Random House publicará en septiembre como El ferrocarril subterráneo con traducción de Cruz Rodríguez que ya a estas alturas es un best seller en su país, es la historia de Cora, una joven esclava de una plantación sureña abandonada por su madre y repudiada por la comunidad que decide huir hacia la libertad. La vuelta de tuerca viene del mismo título, porque el ferrocarril subterráneo era el nombre que recibía una organización clandestina en el siglo XIX que ayudada a los esclavos a escapar, pero que el neoyorquino convierte en su ficción en un tren real.

Fernando Aramburu, por 'Patria', y Fermín Herrero, por el poemario 'Sin ir más lejos', Premios de la Crítica

El novelista Fernando Aramburu, con 'Patria', y el poeta soriano Fermín Herrero, con 'Sin ir más Lejos', son los ganadores de los Premios de la Crítica en lengua castellana, fallados en Soria y que otorga la Asociación Española de Críticos Literarios
Fernando Aramburu, ganador del Premio de la Crítica 2017. EFE/elmundo.es

La Asociación Española de Críticos Literarios (AECL) ha reconocido al libro 'Patria', de Fernando Aramburu y publicado por Tusquets, con el Premio de la Crítica en Lengua Castellana 2016, por ser un libro "necesario", de "buena literatura" y que ha sabido conectar con la gente.
El jurado, según ha comentado uno de sus miembros en el fallo, se ha congratulado de que esta obra de Aramburu, que lleva ya 15 ediciones, sea reflejo de "la buena literatura que comunica", abordando un asunto como la fractura social producida por la banda terrorista ETA en el País Vasco, con muchas voces implicadas. "Ha construido un elemento de perspectiva plural, donde las diferentes voces encuentran su lugar en la novela", ha resaltado. La novela ya se llevó el premio Francisco Umbral.
Además ha señalado que la obra es un libro necesario y ha sabido conectar con la gente, porque la literatura tiene en ciertos momentos la responsabilidad de decir lo que quiere la sociedad. "Quien escribe no es indiferente. Y produce la emoción de la lectura", insiste.
El jurado ha elegido además la obra poética 'Sin ir más lejos', del soriano Fermín Herrero, premio Castilla y León de las Letras 2014, por "su claridad de expresión y su estética limpia y sencilla, que aspira a convertirse en la conciencia de lo que es la vida, el tiempo y siempre enraizada con la tierra castellana".
El crítico literario Francisco Jiménez Gracia ha asegurado que este poemario ha conmovido al jurado, por reflejar valores sencillos de la vida, que buscan ir a la esencia de las cosas. "El poemario entronca con lo mejor de la cultura universal", ha resaltado.
El presidente de la Asociación Española de Críticos Literarios (AECL), Ángel Basanta, ha resaltado que el de la Crítica puede "presumir" de ser el único que se concede en las cuatro lenguas oficiales. "Este país es pluricultural. Y tenemos que entenderlo", ha señalado. En su opinión, no se puede hacer la historia de la literatura española de los últimos sesenta años sin los premios de la Crítica.
En lengua catalana, el premio de narrativa ha sido para Sebastià Perelló, por 'Veus al ras' (Voces a la intemperie), y en poesía, el galardón ha sido para Lluís Solà, por 'Poesía completa'.
Eva Veiga, una escritora reconocida en Galicia, filóloga enfocada a la comunicación en su trayectoria profesional, ha ganado el premio de poesía gallega por su obra 'Sueño y Vértice', de la que el jurado ha resaltado su originalidad.
En narrativa, el premio en lengua gallega ha sido para Isaac Xubín, por 'Non hay outro camiño' (No hay otro camino).
El jurado ha reconocido con el premio de la Crítica 2016 en narrativa en lengua vasca a la obra 'Elkarrekin esnatzeko ordua' (La hora de despertarnos juntos), de Kirmen Uribe, y en poesía, a la obra 'Linbotarrak' (Habitantes del limbo), de Asier Serrano, donde el autor, según el jurado ha situado al ser humano en una situación de tránsito entre dos mundos, partiendo de una forma poética cercana al surrealismo.

21.4.17

En 2017, Colombia conmemora el Año Jorge Isaacs

MinCultura presentó en la Biblioteca Nacional el Año Jorge Isaacs a través del cual se harán actividades culturales, artísticas y académicas, para conmemorar la vida y obra del escritor vallecaucano y promover la lectura de su novela 'María'.


Con ocasión de los 150 años de 'María', obra cumbre del escritor vallecaucano Jorge Isaacs, el Ministerio de Cultura declaró este 2017 como el 'Año Jorge Isaacs' (Resolución 126 de 2017), con el fin de conmemorar su legado y exaltar su obra literaria. Así se dio a conocer este miércoles 5 de abril, durante el lanzamiento de esta declaratoria llevada a cabo en la Biblioteca Nacional de Colombia. La serie de homenajes incluirá diversas actividades organizadas por el MinCultura, la Gobernación del Valle del Cauca, la Alcaldía de Cali, la Universidad del Valle, así como otras entidades académicas del país.
El acto contó con la presencia de la Directora de la Biblioteca Nacional de Colombia, Consuelo Gaitán; la Secretaria de Cultura del Valle del Cauca, Isabel Cristina Restrepo; la Secretaria de Cultura de Santiago de Cali, Luz Adriana Betancourt; el Profesor de la Facultad de Humanidades de la Universidad del Valle, Darío Henao Restrepo y de  María Isaacs, bisnieta de Jorge Isaacs, entre otros invitados.  También se contó con la presencia del escritor y poeta  William Ospina, quien presentó una semblanza de la vida y obra del escritor homenajeado.
Durante el acto del lanzamiento Consuelo Gaitán explicó que con la declaratoria, el Ministerio de Cultura busca promover la lectura de este clásico en los colombianos, con el fin de exaltar y rendir un homenaje a los aportes históricos y literarios que de ella se derivan. "Es importante traer la figura de Jorge Isaacs al día de hoy para entender situaciones trascendentales que vivimos actualmente en nuestro país. Entre las principales apuestas que haremos desde el Ministerio de Cultura y la Biblioteca Nacional será la participación en la Feria Internacional del Libro de Bogotá, en donde nuestro estand estará dedicado a exaltar la obra del escritor. Además, en el mes de junio, en la Biblioteca Nacional, se hará una exposición a cargo de Juan Cárdenas, quien va a referirse a los personajes femeninos y a los afros, en una relectura de la novela que no habíamos tenido tan presente, por estar más atentos a la historia romántica entre Efraín y María. También se harán jornadas de lectura a través de la Red Nacional de Bibliotecas Públicas, porque el mejor homenaje que se le puede hacer a un escritor es leerlo", concluyó la directora de la Biblioteca Nacional.
Isabel Cristina Restrepo, destacó que al saber que se  cumplían 150 años, de la primera edición de 'María', desde la entidad a su cargo se propusieron exaltar la vida y obra de su autor. "Jorge Isaacs fue como pocos, un hombre fundamentalmente humanista. 'María', por su contenido, tiene importantes valores históricos para nosotros. Los vallecaucanos nos sentimos orgullosos  del paisaje, de la historia y del romanticismo. Deseamos que con esta celebración que hoy inicia Jorge Isaacs esté en voz de todos los colombianos".
Por su parte, Luz Adriana Betancourt, dijo que el 2017 era un año muy especial y que desde Cali se rendirá homenaje a Jorge Isaacs de muchas maneras. "Cuando uno visita la hacienda El Paraíso, surge  una gran emoción porque sentimos que estamos haciendo parte de la novela. ´María', es una obra que nos estremece. En este homenaje tendremos 61 bibliotecas públicas que se vincularán a la lectura interactiva. También habrá un recorrido de seis estaciones con participación de los jóvenes. Nuestra programación también incluye un trabajo sobre las cocinas de 'María', en la que se resaltará la cocina del siglo XIX".
William Ospina - Año Jorge Isaacs.JPGPara cerrar el acto de lanzamiento, el escritor y poeta William Ospina, hizo una semblanza del escritor vallecaucano en la que señaló que Jorge Isaacs recibió la herencia literaria  del romanticismo inglés, francés y americano. "Este hombre, que traía toda esa carga de influencias estéticas y literarias, vivió en Colombia aventuras en múltiples disciplinas: como ingeniero, explorador, naturalista, político, militar. Toda esa síntesis la plasmó  en su novela. La gran obra romántica que América Latina estaba buscando, la encontró en 'María'.  Y en momentos en que en el país se comenzaba a dudar del valor de su novela por ser muy romántica, costumbrista y local, vino la voz de Jorge Luis Borges a enseñarnos que era una gran novela y marcó una pauta de valoración y de criterio estético", señaló Ospina durante su intervención.


El legado del escritor
Jorge Isaacs se ganó un lugar en la historia colombiana por sus aportes desde diferentes ámbitos del saber. Fue un hombre polifacético que se destacó como escritor, político, periodista, comerciante, etnógrafo y promotor de la educación.
'María', publicada en 1867, se convirtió en un clásico de la literatura  por representar las relaciones entre diferentes clases sociales, el papel protagónico del paisaje, la reflexión sobre la transformación del mundo colonial y hacendado, las ideas de Nación y las tensiones políticas de la época, aspectos relevantes de la historia colombiana.
Una estrategia conjunta
La organización del Año Jorge Isaacs es una estrategia conjunta entre el Ministerio de Cultura, la Biblioteca Nacional, la Gobernación del Valle del Cauca, la Alcaldía de Cali,  la Universidad del Valle y otras universidades, que buscan celebrar la vida y obra del autor de 'María', al cumplirse 150 años de su primera edición. Con tal propósito se harán diversas actividades culturales, artísticas y académicas en diferentes lugares del país, principalmente, en Bogotá y el Valle del Cauca.
Programación del Ministerio de Cultura y la Biblioteca Nacional
En la versión 30ª de la Feria Internacional del Libro de Bogotá, que se llevará a cabo del 25 de abril al 8 de mayo, el estand del Ministerio de Cultura estará dedicado a la vida y obra de Jorge Isaacs. Allí los visitantes a la Feria podrán participar de conversatorios y talleres alrededor de la obra con escritores como Pilar Quintana y Antonio García.
Adicionalmente, se realizará una exposición de imágenes que darán cuenta de varios aspectos de la novela y una instalación audiovisual donde el espectador podrá experimentar de manera interactiva diversas situaciones y emociones derivas de la obra, con diferentes referentes del Valle de Cauca como fondo. También se entregarán los primeros capítulos de este clásico de la literatura colombiana a los niños, jóvenes y familias asistentes a las actividades, invitándolos a continuar leyéndola en la Biblioteca Básica de Cultura Colombiana de la Biblioteca Nacional.
A la Feria en Bogotá, se sumarán las Ferias Regionales del Libro que se llevarán a cabo en Pasto, Ipiales, Bucaramanga, Manizales, Cúcuta, Medellín, Pereira, Cali y Montería, donde se realizará lecturas en voz alta y talleres en torno a la obra.
Entre tanto, en la Biblioteca Nacional, que estará vestida con pendones de fragmentos alusivos a 'María', se dedicarán las "piezas del mes" de abril y junio a los manuscritos de Jorge Isaacs y a la edición inédita de su novela, con las correcciones del mismo autor.
El 21 de junio,  se inaugurará una exposición a partir de una revisión del corpus bibliográfico de María por parte del escritor y curador de arte contemporáneo Juan Cárdenas. La muestra hablará de: lo femenino y sus metonímias, 'Mil Marías e imágenes de subalternidad'. La artista plástica Gabriela Pinilla se sumará con un mural en  los espacios expositivos de la biblioteca inspirado en 'María'.
Finalmente, se realizará una muestra audiovisual en torno al eje conceptual de 'Mil Marías', a través del cual se buscará compartir las diferentes variaciones y mutaciones sufridas por 'María' en Colombia y en América Latina.
Para conmemorar el Año Jorge Isaacs, el Ministerio de Cultura destinó un micrositio en el portal del Ministerio, donde se podrá encontrar información relacionada con Jorge Isaacs, 'María' y las actividades principales en el marco de esta efeméride
Programación en el Valle del Cauca y Cali
La Gobernación del Valle del Cauca, así como la Alcaldía de Cali, también tienen prevista una programación conmemorativa de actividades culturales y artísticas en torno al Año Jorge Isaacs.
Para empezar, la Gobernación realizará el 'Concurso de Autores Vallecaucanos, Premio Jorge Isaacs 2017' en las modalidades de poesía y crónica, las cuales deben situarse en la Hacienda El Paraíso. También realizará 'Cocinando con María en El Paraíso', un proyecto que busca reconocer las manifestaciones culinarias de la cocina tradicional del Valle del Cauca y la respectiva publicación de una cartografía de las cocinas populares.
Entre las actividades artísticas, se llevará a cabo en la Hacienda El Paraíso el 'Concierto amor, banda y bolero con la banda departamental'; un Concierto con la Orquesta Filarmónica de Cali y una presentación de la obra 'María', por parte de la Compañía Incolballet. La Hacienda  tendrá a su vez, una renovación del guion museográfico.
A través de la convocatoria 'María en nuestra casa', dirigida a las Casas de la Cultura del Valle del Cauca, se incentivará actividades relacionadas con Jorge Isaacs y su obra cumbre, dentro de las cuales se destacan puestas en escena con fragmentos de 'María'.
La Alcaldía de Cali también realizará actividades de lectura en espacios no convencionales como hospitales, estaciones del Sistema Integrado de Transporte Masivo MÍO y Centros Comerciales, así como en la Red de Bibliotecas Públicas del departamento, con 'Mil Maneras de leer a María'. Además, en mayo, el Archivo Histórico de Cali tendrá exposiciones y proyecciones audiovisuales de la época.
También habrá un recorrido de seis estaciones inspirado en la vida y obra de Jorge Isaacs en el Centro Cultural de Cali sobre la naturaleza, la carta como escritura sentimental, la poesía de Isaacs, el teatro, entre otros. A su vez, los días 23, 24, 27 y 28 de abril realizará una ruta patrimonial con hitos urbanos relacionados con el autor.
Una reedición de la publicación ilustrada de la fotógrafa caleña Silvia Patiño sobre la novela 'María' y el diagnóstico y restauración del monumento en el Paseo Bolívar, en el centro histórico de la ciudad también harán parte de la agenda conmemorativa de la Alcaldía en la Sucursal del Cielo.
En septiembre, se llevará a cabo en el XVIII  Festival Internacional de Poesía, una edición especial en torno a Jorge Isaacs con lectura de su obra por parte de invitados internacionales. En este mismo mes, se realizarán tertulias y recitales poéticos sobre el autor vallecaucano.
La academia también conmemorará a Jorge Isaacs
El homenaje a Jorge Isaacs también se trasladará a la academia. La Universidad del Valle liderará el Simposio Internacional Jorge Isaacs, que contará con la participación de distintas universidades como la Universidad Nacional, la Pontificia Universidad Javeriana, la Universidad de los Andes y el Instituto Caro y Cuervo. En Bogotá la Universidad Nacional realizará una jornada de estudio sobre la vida y obra del autor vallecaucano y  la Universidad de los Andes, por su parte, liderará un encuentro de estudiantes donde se hablará del contexto del siglo XIX y de la vida y obra del autor de 'María'.
Siga las actividades del Año Jorge Isaacs, en el micrositio: Jorge Isaacs